La flor de lavanda es una de las más conocidas en todo el mundo, ya que tiene un olor bastante característico, el cual es utilizado desde los productos para la limpieza del hogar, como los de belleza y salud. Es originaria de las zonas montañosas del Mediterráneo, florece en hábitats rocosos poco fértiles y donde abunda el sol.
La lavanda se utiliza con frecuencia para tratar el insomnio, ansiedad, depresión, cambios de humor y estrés, esto por sus propiedades medicinales, los cuales producen efectos calmantes, relajantes y anticonvulsivos en el ser humano.
Gracias a su fragancia calmante y natural, la lavanda es aprovechada como relajante en personas nerviosas, ayuda a tratar dolores de cabeza, migrañas, ansiedad, depresión, estrés emocional o una combinación de todas. También ayuda a controlar el insomnio, sanar heridas, golpes, quemaduras de sol, problemas respiratorios, inflamación de la vejiga, urinarios, digestión, mejora del apetito, cuidado del cabello, reumatismo, entre otras.
Como aromaterapia es benéfica para el sistema nervioso, cansancio y estés. Como baños, ayuda a tratar los problemas de la piel, circulatorios y reumáticos.
¡A todo dolor, lavanda por favor!
Fuente: Ella Sabe