Tener una piel suave e hidratada es la sensación que buscamos tener en todo el cuerpo, más después de lavarnos las manos. Una forma de conseguirlo es con un poco de aceite de coco o almendras y dar un ligero masaje a las manos, desde la punta de los dedos y hasta la muñeca; siempre de forma contraria a como cuelga la piel, así evitaremos que nuestra piel se haga flácida.
De ser posible, es mejor combinar ambos aceites, así se explotarán los beneficios de ambos ingredientes, los cuales por naturaleza son grandes hidratantes, ya que son ricos en antioxidantes, vitamina E, nutrientes esenciales, ayudan a exfoliar la piel de forma suave, a restaurarla, además de prevenirla de los radicales libres y el paso del tiempo.
Para conseguir unas manos suaves y tersas coloca en un pocillo una cucharadita de aceite de coco y otra de almendras, revuelve hasta que quede lo más uniforme posible. Empieza a colocarlo en la parte superior de la mano, los dedos y masajea. Procura que las palmas sean la última zona en que lo apliques y sólo sea el sobrante, así evitarás sentir las manos grasosas.
Fuente: Mejor con Salud